martes, 24 de enero de 2012

Llanto antiguo.

Y extendiendo ella los brazos y esforzándose por ser abrazada y por abrazar, no agarra la desventura otra cosa que el aire que se le escapa, y al morir ya por segunda vez no profirió queja alguna de su esposo, ¿pues de qué se iba a quejar sino de que la había amado?, y diciéndole un último adiós, que apenas pudieron percibir los oídos de él, descendió de nuevo al lugar de donde partiera.

Dicen que mientras lo digas es suficiente, que no importa cómo lo digas. Tras leer esto debemos convencernos de que es mentira.

2 comentarios:

  1. Puedo decirte que se me han saltado las lágrimas con esto y no estoy con la regla. Luego he leído tu descripción y tras casi echarme a llorar d epura emoción, me he dado cuenta de que estoy muy orgullosa de ti, pequeña Isla mia, que eres de esas personas a las que no se conoce todos los dias, y tengo el presentimiento de que muy pronto tendrás todo lo que te mereces.
    Te quiero un montón, pequeña.

    Afri

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  2. Gracias, pequeño continente. Yo también te quiero y deseo que sepas que no debes dejarte aplastar y pasar de todo lo que te pueda afectar. Gracias por todo tu apoyo, lo noto de verdad y espero que sepas que siempre estaré aquí para todo lo que necesites, que lo siento por todo lo que no he podido hacer para ayudarte y todo lo que te he podido complicar. Te adorro con acento ruso, noia. Besos con sabor a Neso.

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