viernes, 6 de enero de 2012

Agua bendita.


Esta tarde pensaba que había conseguido todo lo que había querido. Ser como siempre quise y dejar atrás todo lo que odié. Algunas cosas las conservo, no voy a decir que no pero he aprendido a aceptarlas.
Pero llega él, con su humor absurdo y lo fastidia todo.
Ayer por la mañana me di cuenta de que cuando veo cosas no reacciono de la misma manera que solía. tras hablar con él me doy cuenta de que sí. Apoya a que aparte mis inseguridades, pero es que las provoca todas. Me cuenta cosas que en parte me aterran, pero no me importan.
Quería vivir un cuento en el que todo es perfecto. Vivir mi perfección perfecta. ¿Lo conseguiré?

¿Debo creerme lo que me dice? Lo hace porque me quiere. Ojalá fuese verdad. Mataría por que cada una de las palabras que han salido de su boca se cumpliesen. Nada prueba que sean ciertas. Nadie me lo confirma.
¿Crees que yo podría romper corazones por el camino? ¿Acaso alguien me entregaría su corazón?
¿Y qué hago? ¿Esperar a que se cumpla el sueño? No puedo esperar sentada a algo que no es probable que pase teniendo como seguridad mi deseo de que pase. Es complicado, lo sé. No puedo ser de otra manera.
Es cierto que cosas que tú relacionabas de una manera tienen sentido, pero son simples coincidencias.
Alguien como tú. No me olvides. Ya sabes cómo el tiempo vuela.
Quiero que me quieras.

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