Me pregunto si elegimos a las personas. Hablo de una elección inconsciente, por supuesto. ¿Pero por qué llegamos a ellas? O ellas a nosotros. Simplemente el universo lo ha querido así (?)
La probabilidad de conocer a quien estamos destinados a conocer casualmente no existe.
Entonces supongo que cada uno llegará a su camino para recorrerlo, pero si no decidimos y no hay nada predestinado, nada de lo que nos ocurre debería haber ocurrido. Estas cosas se me ocurren a mí los domingos por la tarde.
domingo, 28 de abril de 2013
domingo, 21 de abril de 2013
sábado, 20 de abril de 2013
Preguntas
He hecho mal. Me he equivocado. De verdad creo que merece la pena "arrastrarme así". Me importa, mucho.
No quiero que todo acabe así. Sueno autocomplaciente? Existió nuestra amistad o fue todo falsedad como algunos dicen?
Ojalá se equivoquen. Ojalá no sigas odiándome y me aceptes de nuevo. No quiero que tengas una imagen de celosa, maquiavelista y gilipollas que no sabe ser una buena amiga como la que mereces.
Tienes tus fallos, claro, como todos. Y tendremos nuestros choques, como siempre. Solo quiero que no pienses que estoy intentando hacerme la víctima para hacerte sentir mal. Todas esas palabras juro que salían de la mayor sinceridad.
Te suplico, porque esto se me da bien, que no sigas en tu orgullo e intentes pisarme a mí, yo solo he intentado hacer las cosas bien.
No quiero que todo acabe así. Sueno autocomplaciente? Existió nuestra amistad o fue todo falsedad como algunos dicen?
Ojalá se equivoquen. Ojalá no sigas odiándome y me aceptes de nuevo. No quiero que tengas una imagen de celosa, maquiavelista y gilipollas que no sabe ser una buena amiga como la que mereces.
Tienes tus fallos, claro, como todos. Y tendremos nuestros choques, como siempre. Solo quiero que no pienses que estoy intentando hacerme la víctima para hacerte sentir mal. Todas esas palabras juro que salían de la mayor sinceridad.
Te suplico, porque esto se me da bien, que no sigas en tu orgullo e intentes pisarme a mí, yo solo he intentado hacer las cosas bien.
sábado, 6 de abril de 2013
Cien montaditos de Gran Vía
Yo sé que a mis diecisiete (casi dieciocho) años de vida no tiene sentido que hable de lo que el tiempo me ha enseñado. Porque yo no tengo la suficiente edad para tener un tiempo.
Sin embargo, yo he sentido. He sentido cosas que me han hecho pensar y que me han hecho querer.
La cosa que a lo mejor te causa risa, querido lector, es que a mí, el tiempo y todo (lo poco) que he vivido me han hecho darme cuenta a mis casi dieciocho años de lo verdadero importante en la vida humana.
Es cierto también, que todo esto va a sonar muy clásico, muy cursi, muy sentimental. Sinceramente, me da igual como suene, pero no va en ese sentido.
El caso, el tiempo me ha hecho pensar y darme cuenta de que en esta vida lo único importante es querer. Y que te quieran. Porque al fin y al cabo, lo demás no importa. Nada en absoluto va a aportarte más que ese sentimiento. Ni los estudios, ni las cosas materiales ni nada de eso. Esas cosas llegarán a hacer que te sientas mínimamente realizado, pero nunca te completarán tanto como la sensación que experimentamos cuando vemos que hemos hecho que una persona a la que queremos le cueste menos vivir, que le hemos hecho un bien. Su placer, su cara. Eso sí.
Toda esta reflexión me hace sacar en claro varias cosas. Una de ellas es que agradezco muchísimo saber esto ahora.
Esa es la razón de la existencia. El ser humano es el único dotado de esa capacidad. Nacemos para querer y para ser queridos.
Y hasta aquí mi revolución mental de la metafísica humana.
Toda esta reflexión me hace sacar en claro varias cosas. Una de ellas es que agradezco muchísimo saber esto ahora.
Esa es la razón de la existencia. El ser humano es el único dotado de esa capacidad. Nacemos para querer y para ser queridos.
Y hasta aquí mi revolución mental de la metafísica humana.
lunes, 1 de abril de 2013
Maldita dulzura
Aunque no lo creas, yo soy consciente de todo. Sé dónde está mi talón de Aquiles y qué película me haría llorar.
Si no lloro con las películas no creo que sea por hacerme la dura o no querer exteriorizar. Simplemente no me sale llorar con cosas que son banales.
Qué ruido tan triste hacen dos cuerpos cuando se aman.
Por eso sí merece la pena llorar.
No tiene sentido estar preparado para el sufrimiento. Si no, no sería sufrimiento.
Por eso todos algún día sentimos algo por encima de lo que podemos permitirnos sentir. Ahí llega el verdadero sufrimiento.
Llegó al final de su vida, miró al pasado y decidió que todos esos años que sufrió habían sido los mejores de su vida porque le hicieron quien es. Los años en que fue feliz fueron un desperdicio, no aprendió nada.
No tiene sentido estar preparado para el sufrimiento. Si no, no sería sufrimiento.
Por eso todos algún día sentimos algo por encima de lo que podemos permitirnos sentir. Ahí llega el verdadero sufrimiento.
Llegó al final de su vida, miró al pasado y decidió que todos esos años que sufrió habían sido los mejores de su vida porque le hicieron quien es. Los años en que fue feliz fueron un desperdicio, no aprendió nada.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)