lunes, 10 de diciembre de 2012

Aviones

Pues eso es lo que siento. Nervios. Como si de mono se tratase. Impaciencia, ansiedad, preocupación. ¡Es que el avión no despega! Y necesito que despegue solo, no quiero hacerlo arrancar. Bueno, en realidad todos sabemos que los aviones no despegan solos, pero nos vamos entendiendo.
Y mientras, el resto de los pasajeros en su nube azul. Como si nada pasase, porque en realidad es nada lo que pasa.
Me mato a mí misma por sentirlo, no se preocupen. Siempre me sentiré la estúpida, no se preocupen. Seguiré acercándome por el camino equivocado a la cabina, no te preocupes.
Tú simplemente ponte cómodo en tu nube y disfruta del viaje.

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