Imagina que estás... ¿cómo decirlo? Estás enganchado al chocolate. Pero el chocolate te hace engordar y eso te entristece y siempre acabas llorando... Pero es que de verdad que te encanta el chocolate.
Deja de comer chocolate de una vez y recuerda que eres diabética. Los ataques no vienen por sí solos. Se ve que tu golosería es mayor que tu prudencia.
Y siempre recordaréis este día como el día en el que casi conseguís que la pequeña fresita dejase el chocolate a cambio de la prudencia.

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