Cuando la cabeza te hace una pregunta y el cuerpo responde simplemente un 'no'. Y eso con tu ética, política y retórica.
Es un mero rechazo a lo que nos preocupa, una evasión que nos invade. Las razones que contemplan nuestra situación son las mismas que la provocan, por eso nunca sabremos dónde nos hallamos exactamente. No conocemos esas razones. Pero lo que tampoco conocemos es a nosotros mismos, ya que esa es la razón de nuestro problema.
Y te atreves a exigirme lo que ni siquiera tú eres capaz de cumplir. Y me reprochas cuando hablo de personas injustas. Yo tengo un límite, pero parece que a tú aún no lo sabes. Tal vez no nos conozcamos tanto.
Supongo que nunca conseguiré darle una explicación lógica a ciertas cosas. Bueno, cosas. Sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario