miércoles, 11 de abril de 2012
Lista de la compra
Esas pequeñas (o excesivamente largas) cosas que relees una y otra vez porque nunca pierden su magia. Pones las voces mentalmente y sonríes mientras lo haces. Es patético, pero bonito.
Son situaciones íntimas que si las vieses desde fuera pensarías "pero qué idiota soy..." y por eso agradeces que absolutamente nadie las vea...
Otras veces durante ellas la persona con la que hablas te sorprende. Unas veces de buena manera, otras no.
Ellas consiguen que reflexiones, que te pares a pensar las cosas que han pasado, que pueden pasar. Te replanteas sentimientos, los meditas, los analizas, los exprimes.
Y al final, como todo, cuando llega la despedida solo te queda o empezar de nuevo ese círculo de nuevo o pasar página, dar un paso adelante.
Eso, bonita.
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