Yo ya no sé qué hacer. Es entrar de nuevo en un círculo vicioso del que costó demasiado salir. Tengo una pierna dentro y necesito sacarla ya. Lo malo es que tarda en sacarse, cuesta. No puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo.
Solo hay una cosa que mejora los días. Lo mejor de todo es que esa cosa no existe.
Hablarán, sí, pero no será porque no lo he intentado.
jueves, 24 de noviembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Esquinas
Paso y creo que te veo, pero es imposible que seas tú, gracias a Dios.
Me repetiste una y mil veces que me fuera, pero yo insistí porque de verdad creí que era posible.
¿Y qué es esto? Cómo odio la vida. Es muy desesperante. No es tan fácil.
Me avergüenzo de acordarme de ti, de pensar en la historia, qué asco te he cogido últimamente... Pero te lo has ganado a pulso, no lo dudes.
Conseguiste lo que querías. Durante un tiempo me convencí de que esto era bueno.
No te llamo porque sé que no debo, pero mi parte estúpida quiere saber de ti. ¿Puedo saber de ti sin que no cambie nada?
Conseguiste lo que querías. Durante un tiempo me convencí de que esto era bueno.
No te llamo porque sé que no debo, pero mi parte estúpida quiere saber de ti. ¿Puedo saber de ti sin que no cambie nada?
domingo, 13 de noviembre de 2011
Cuéntame un cuento.
Cuéntame un cuento de verdad, en el que no salgan hadas. Un cuento donde haya reyes pobres o corruptos. Quiero princesas a las que no les gusten los vestidos rosas, a que les salgan granos de comer chocolate por la depresión cuando su príncipe no llega, que se sientan agobiadas en una torre y salten.
Unicornios que no vuelen y que tengan complejo de cuerno excesivamente grande. Un cuento donde la gente muere en vano, donde el dolor no acabe en un final feliz.
Cuéntame un cuento que haya pasado en otra vez que la del érase, que los sapos besen ranas, no princesas, y que las brujas estén felizmente casadas.
Donde Caperucita persiga al lobo, que Hansel y Gretel sepan volver a casa, que Scheherezade sea ejecutada tras la primera noche.
Que los arco-iris estén en peligro de extinción. Que llueva en los bailes reales de verano y tengan todos que irse apretujados al salón.
Un cuento de verdad, donde no mientas y en el que muestres lo que de verdad pasa. Afronta tus errores.
Soy tonta por creerme tus mentiras, aunque tú no tienes la culpa de nada. Malinterpreté.
Tendrán razón los que dijeron que soy una ilusa...
Unicornios que no vuelen y que tengan complejo de cuerno excesivamente grande. Un cuento donde la gente muere en vano, donde el dolor no acabe en un final feliz.
Cuéntame un cuento que haya pasado en otra vez que la del érase, que los sapos besen ranas, no princesas, y que las brujas estén felizmente casadas.
Donde Caperucita persiga al lobo, que Hansel y Gretel sepan volver a casa, que Scheherezade sea ejecutada tras la primera noche.
Que los arco-iris estén en peligro de extinción. Que llueva en los bailes reales de verano y tengan todos que irse apretujados al salón.
Un cuento de verdad, donde no mientas y en el que muestres lo que de verdad pasa. Afronta tus errores.
Soy tonta por creerme tus mentiras, aunque tú no tienes la culpa de nada. Malinterpreté.
Tendrán razón los que dijeron que soy una ilusa...
sábado, 12 de noviembre de 2011
Nubes.
No sabes lo mucho que echabas de menos a alguien hasta que le ves después de cuatro meses y le abrazas.
Me da vueltas la cabeza por tu culpa. ¿Qué hago yo ahora?
Horas y horas. Yo no sé qué me pasa. Explícamelo, porque estoy siendo otra...
¿En quién debo pensar? En mí no confío. Intento correr pero no me dejas.
Eso sería precioso. Correr... Mejor volar.
Saltar.
No aguanto que me piropee, ni que me halague, ni que se porte bien.
No necesito ser todo, simplemente quiero ser algo más. Quítame el miedo.
Odio estoy días de mierda.
Me da vueltas la cabeza por tu culpa. ¿Qué hago yo ahora?
Horas y horas. Yo no sé qué me pasa. Explícamelo, porque estoy siendo otra...
¿En quién debo pensar? En mí no confío. Intento correr pero no me dejas.
Eso sería precioso. Correr... Mejor volar.
Saltar.
No aguanto que me piropee, ni que me halague, ni que se porte bien.
No necesito ser todo, simplemente quiero ser algo más. Quítame el miedo.
Odio estoy días de mierda.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Lamentaciones al más puro estilo.
Ella creía en el amor, él en la amistad, y yo, que decía creer en las dos cosas, traicioné a mi amigo y pervertí el amor.
Es un ruego suave. Desesperante. Te arrastra con él.
Ese dolor que te ahoga el corazón, que te inunda el pecho, como si tuvieses sobrecarga de aire en los pulmones y se hubiese salido y de ese modo te presionase el corazón, las costillas y hasta el final de la garganta.
Y cuando calla notas que sigue cantando. Luego vuelve esa voz que te eleva hasta fuera de ti.
¿Qué mierda es esta? Que una simple canción te haga llorar que consiga llegar a lo que dudabas de su existencia. ¿Eres débil?
No quiere, abrasada en celo,
que me case con Marcela;
y en viendo que no al quiero,
vuelve a quitarme el juicio,
y a despertarme si duermo;
pues coma o deje comer,
porque yo no me sustento
de esperanzas tan cansadas;
que si no, desde aquí vuelvo
a querer donde me quieren.
(...) ¿No hay remedio?
Pues ¿quiere vuseñoría
que, si me quiere y la quiero
ande a probar voluntades?
Quien quiere, puede, si quiere, como quiso aborrecer.
Esto es lo mejor: Yo no quiero querer.
¿Podrás?
Podré
que si cuando quise, amé
no amar, es queriendo, espero...
Y así, a decir me resuelvo
que te quiero y que es disculpa
que con respeto te quiero.
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